Pasaba
de las 10, había empezado a llover de manera torrencial,
el
instinto le hizo salir de casa despavorida.
Necesitaba
mojarse, necesitaba sentir.
Necesitaba
que la lluvia le calase hasta el alma.
Había
olvidado los principios, se le habían oxidado las ganas y los meses
le habían corroído las intenciones.
Pero
aquellas gotas le hicieron recordar su lugar.
Aquellas
gotas le azotaron pretendiendo ser latigazos,
cayeron
como dos estribos con los que retomar las riendas de su vida.
Aquellos
principios se habían quedado exactamente a la altura de la tormenta
anterior.
Había
pasado.
Otra
tormenta.
Apenas
había llegado a existir.
Ya volvía a ser agua pasada.
Ya volvía a ser agua pasada.
Y así,
de tormenta en tormenta, se le escurría la vida.
Palabra latina, del Plural. Neutro. Del Singular. tormentum (tormento, tortura).
Curioso que la pluralidad se reduzca a neutralidad máxima, que haya que llegar a la singularidad más exclusiva para aliviar el tormento, para cesar la tortura, para volver a b.r.i.l.l.a.r.
SUENA lo que hace tres años, a estas alturas de las tormentas: "Emeli Sandé - Heaven"
Además me han publicado una breveperobonita entrevista en ERRR-Magazine, aquí.
Sigue Abril, me estás gustando.
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