Podemos ser golosos o repeler toda cosa dulce, pero nadie se
libra de las cajas de bombones.
Tenemos cajas de bombones a diario, en cualquier parte; al
despertar, al cruzar la esquina, al entrar en la panadería, al escuchar música…
Esta temporada, la mayoría de las cajas aparentan contener
unos bombones deliciosos, jugosos, aromáticos…pero resulta que todos son de
esos que llaman “de licor”. De los que muerdes y empalagan, y disgustan, y
chorrean, y te dejan mal sabor de boca.
Con un poquito de experiencia y dependiendo de la
personalidad, acabas por morder todos y cada uno de ellos, con la esperanza de
que alguno no sea de esos indeseables bombones y te sorprenda de verdad, y te
saque una sonrisa pícara…
A estas alturas sobra decir que no, que las últimas cajas
que he abierto son de licor.
Decepciona, pero normalmente las cajas de bombones suelen estar
fabricadas y decoradas con materiales bonitos, asique el siguiente paso una vez
mordisqueados todos los bastardos es tirarlos y admirar la caja.
Cada caja es un mundo, tienen papeles y cartones de colores,
fechas de caducidad que a estas alturas ya resultan inservibles y un montón de
anécdotas de cómo se forjaron esos indeseables bombones.
Las cajas son útiles, se pueden transformar a tu antojo y
sirven para todo…siempre y cuando no decidas convertirte en bombón, tener
claustrofobia y cobijarte dentro (aunque bajo ningún concepto deberás dejar que
te conviertan en bombón de licor).
Yo me he asomado a la caja y, antes de que apareciese esa
extraña patología, he salido corriendo cargada de chocolatitos detestables y
los he ahogado en la piscina.
(el plan B hubiese sido aplastarlos uno a uno y sacarles hasta la última gota de licor pero requería demasiado esfuerzo)
Voy a evitar volver a abrir ese tipo de cajas, voy a comprar
un montón de cajas vacías preciosas y las voy a llenar con bombones de cacao
puro. Si es necesario, construiré rascacielos de cajas de colores, pero nunca me adentraré
en su interior. Por si acaso, en lo más alto colocaré una piscina para seguir
exterminando bombones de licor.
Viernes de Piscis en modo acuático (y siguen las dosis narcóticas de música y cine)
SUENA: "Sexy Zebras - Libres"
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