Dejando tecnicismos en la placenta

El feto, a veces, ha de enfrentarse a conflictos para los que aun no tiene edad; aun así, muestra gran habilidad y destreza en su resolución.
(Tampoco duda en aderezarlo con un poco de música y unas cuantas sonrisas).



Esta mañana,a través de una ecografía artística, ha balbuceado fuerte:
 

"Odio tener que pensar por 10, organizar por 10 y arreglar las desorganizaciones de un batallón. Odio lidiar con sinsentidos y gracias que no tienen gracia. Por su puesto que odio odiar, por ello he aprendido a controlar, autocontrolar, gestionar, autogestionar, evaluar, autoevaluar, demostrar, autodemostrar... para el exterior adverso y para mi medio placentero.
Odio las indiferencias, el cinismo y la falta de vitalidad, al igual que odio las tergiversaciones y las falsas conclusiones... sumadas siempre a gestos delatores y miradas avergonzadas.
Odio la falta de atención, de ilusión y de acción. Las oportunidades no están en el fondo de las copas, tampoco en las puertas de los bares.

Odio la falta de valores y de principios, de actitud y de aptitud.

Menos mal que tengo un héroe de esos que no tienen capa pero sí hacen volar, que el viento siempre sopla por detrás y que el café sigue en su lugar."

-Palabras prematuras-

Abriendo puertas, ventanas, mentes y... ¡saltando! y si es con libros, mejor.


Debido al desgaste de los últimos días, la niña se empacha recordando análisis de imágenes, historia de la publicidad, dosis letales de economía y movimientos artísticos de vanguardia alemana que detallará otro día, ya que hoy lo ha dedicado a su desarrollo personal (ella cree que es una parte muy importante de su crecimiento).


-Suenan nuevos descubrimientos: Backyard Babies "Abandon"


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