BIOGRAFÍA

Este feto está a punto de dejar 21 años atrás...

Claudia Fernández Garrido nace un frío 11 de Marzo de 1991, era martes y dicen que asomó la cabecita casi entrada ya la noche.

Actualmente cree estar en Segovia estudiando Publicidad y Relaciones Públicas, aunque esto son meras suposiciones físicas ya que su mente nunca está donde debe, ni cuando debe, ni como debe.
Para llegar hasta esta ciudad castellana ha pasado por muchas etapas: la primera de ellas fue su formación primaria y secundaria en un pequeño pueblo del occidente asturiano, entre montañas de las que se cubren de nieve en invierno y arden al calor del verano: Pola de Allande. Aquí vivía con su padre veterinario, su madre empresaria y su hermana estudiante (actualmente de Ciencias Exactas en la Universidad de Oviedo).
Más tarde comenzó una etapa que le llevaría tres incómodos años de desgaste emocional en los que consiguió un título de Bachillerato de Ciencia y Tecnología que para nada pretendía utilizar. Debemos mencionar que durante este tiempo sus motivaciones eran la literatura, la fotografía y el deporte; aspecto relevante que le llevó a ganar el primer premio en el concurso de relatos cortos de su instituto.

Tras esta etapa, decidió trasladarse a la capital del Principado, Oviedo, donde cursó el CFGS de Imagen Fotográfica y Audiovisual durante dos años, obteniendo así el título de Técnica Superior en dicha especialidad.
Durante este tiempo, realizó un máster de Azafata de Congresos y Relaciones Públicas en la ciudad, lo cual, le llevó a trabajar en multitud de eventos de la provincia, conociendo así distintos escenarios de congresos, convenciones, simposios y demás reuniones de expertos en lugares como el Palacio de Congresos Ciudad de Oviedo (obra del arquitecto Santiago Calatrava) o el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer de Avilés. La agencia para la que trabajaba también quiso contar con ella en reuniones en Madrid y Barcelona.

Tras este tiempo, su formación como fotógrafa exigía un período de prácticas que, en ningún caso pretendía realizar en Asturias; por lo tanto, cogió una pequeña maleta y un billete de avión y se fue a Madrid.
Para esta fecha, ya corría el año 2012 y ya se percibían los primeros olores de la primavera; todo apuntaba a que sería una buena experiencia.
Estas sensaciones fueron totalmente certeras pues, al llevar una semana viviendo en Madrid, ya había encontrado trabajo en un restaurante en pleno centro de la ciudad mientras dedicaba las mañanas a la formación práctica en un estudio de fotografía del distrito de Cuatro Caminos.
Debemos recordar que Claudia ha nacido inquieta, ha crecido inquieta y todo apunta a que continúa inquieta; por lo que desde los 16 años ha venido trabajando como camarera en distintos establecimientos de Asturias durante los veranos y ha viajado tres años a Inglaterra e Irlanda en períodos de un mes para aprender Inglés y acumular experiencias.

A parte de estas peripecias laborales y académicas, Claudia se confiesa una persona curiosa, cuya intriga le hace indagar en cualquier tema que le propongan, descubriendo así nuevas aficiones cada día. No rechaza oportunidades, planes ni sugerencias. Debido a su influencia con la naturaleza, es una amante de los animales, la montaña y los deportes, así como del café, las buenas conversaciones y la buena música.

Deberíamos mencionar también que es ligeramente distraída, aspecto a favor en algunas ocasiones y, gran defecto en otras. En cualquier caso, la motivación es su motor mas eficaz.
Afirma estar encantada con este nuevo proyecto, el Grado en Publicidad y Relaciones Públicas pues, al finalizar su etapa madrileña, pretendía empezar el Grado en Periodismo en esta misma ciudad pero, por cuestiones numéricas, no pudo ser. Hecho que ahora agradece enormemente.

No podemos olvidar que, debido a su personalidad altamente emocional, a lo largo de todos estos años se ha visto influenciada por distintas personas y personalidades, de las cuales ha sabido aprovechar todo lo que le han aportado para crecer un poquito más; hecho que le enorgullece.